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Es importante conocer la motivación que tiene una mujer de participar en el proceso de subrogación ya que éstas afectarán al niño, a los padres que alquilan el útero, a los portadores e incluso a la sociedad.
una de las motivaciones de las mujeres al iniciar este proceso es el interés económico, en la mayoría de los trabajos se identifica la desesperación económica como causa que impulsa a una mujer a alquilar su vientre. Por ejemplo, el primer caso notificado fue el de una mujer que necesitaba el dinero para un tratamiento médico para su marido. Goleman indica que, en 18987, nueve de cada diez mujeres se ofrecían a portar hijos de otra pareja por el factor económico y las mujeres restantes lo hacían por motivos altruistas o por reparación, y ni siquiera hay estudios fiables que demuestren que estos dos últimos factores sean los motivos verdaderos por los que se realiza la maternidad subrogada.
En la actualidad no hay duda de que la maternidad subrogada es un proceso comercial, (un mercado lucrativo en el que las parejas ricas recorren el mundo en busca de una descendencia producto de la alta tecnología).
Johnston señala que la utilización de madres de alquiler en países que se encuentran en vías de desarrollo se ha incrementado ya que es un negocio en el que "las dos partes salen ganando", las parejas occidentales tienen un hijo relacionado genéticamente con ellos, y las mujeres que alquilan sus úteros obtienen beneficios económicos. Sin embargo, Mayumdar ofrece una visión más negativa indicando que se trata de una explotación de las mujeres pobres.
De cualquier modo, la maternidad por subrogación no es un proceso tan beneficioso económicamente como solemos pensar ya que en primer lugar, las madres reciben menos dinero del que se indica. En segundo lugar, el dinero no es tan efectivo para las madres como se publicitaba ya que al tener que vivir separadas de la familia, se generan gastos extras si tienen personas a su atención como niños, ancianos... En tercer lugar, hay una desatención de los hijos normalmente si son menores ya que al no poder estar en contacto con las madres debido al aislamiento de éstas, se pueden generar gastos posteriores. Además, cuando se hace referencia a los aspectos económicos de la maternidad subrogada hay que tener en cuenta que no sólo se paga a la mujer portadora, sino también hay que pagar las técnicas que pueden llevarse a cabo en el proceso de gestación como la donación de esperma y de óvulos, la atención clínica, etc.
Además, la gestación por subrogación tiene una serie de consecuencias no deseables como son la vulnerabilidad de la madre portadora referida a las consecuencias a medio y largo plazo, como las cesáreas, cicatrices problemáticas, los daños emocionales de la separación como la depresión post parto, por esto se deben establecer seguros obligatorios de vida en caso de muerte de la mujer portadora.